Antes de empezar con esta guía para saber o conocer si un vino está picado, debemos saber qué significa que un vino lo esté. Un vino picado es aquel cuyo sabor se asemeja al del vinagre, esto quiere decir que en un primer sorbo podremos saber que el gusto no es el adecuado. Esto se debe a que el vino ha pasado por un proceso de oxidación (presencia de aire y de bacterias acéticas) que metabolizan el etanol del vino convirtiéndolo en compuestos como acetato de etilo y otros deshechos.
Ese sabor del vino picado se moverá entre el gusto ácido y el amargo y, por tanto, no deberá ser consumido. Un vino puede picarse en cualquier momento del proceso: durante la fermentación o la maceración, en su paso por la barrica, almacenamiento o una vez embotellado. Y saber si lo está puede conocerse no solo por el gusto, sino también por el olfato y la vista.
Guía para conocer si un vino está picado:
- Atendiendo a la vista, si un vino presenta un estado turbio, podremos decir que está picado. De hecho, si en su superficie presenta un velo o película de un color diferente al vino en cuestión, será la prueba irrefutable de que el vino no está en condiciones de ser consumido.
- También atendiendo a la vista, podremos saber si un vino está picado por los elementos que conforman la botella: si el tapón está mal colocado, o la cápsula que cierra la botella, es posible que el vino se haya picado. ¿Por qué? Es muy posible que una mala colocación de algunos de esos elementos haya provocado la entrada de aire en la botella.
- En lo que respecta al olor, si un vino presenta un olor desagradable -como a manzana podrida, pegamento, acetona, laca o nuez- es muy probable de que esté picado y, por tanto, no debe ser tomado por el comensal.
- En lo que respecta al gusto, un vino picado se caracteriza por su sabor ácido (no frutal), por su aspereza o su amargor. No debe preocuparse de probar el vino, aunque no en grandes cantidades, ya que un vino picado no es un vino tóxico si no más similar al vinagre.
Por tanto, como resumen, podemos decir que para conocer si un vino está picado debemos atender a nuestros sentidos que nos darán toda la información que necesitamos para conocer si el caldo que tenemos en nuestras manos no es apto para su consumo, más por su sabor que por su toxicidad. El gusto, el olfato y la vista nos darán las señales que necesitamos para saber si desechar el vino, convertirlo en vinagre, lavar frutas o verduras con él, limpiar cristales (en el caso del vino blanco), crear mascarillas faciales o, simplemente, usarlo para cocinar.