La denominación de origen es un mecanismo de seguridad industrial que se utiliza para brindar protección a un producto alimenticio, tomando en cuenta diversos elementos como son el lugar geográfico donde se elabora, su contexto, propiedades de calidad y cantidad y especificaciones.
Este recurso tiene una reglamentación legal con la que se enmarca todo lo concerniente a las cualidades que debe presentar el producto para asegurar que sea de excelente calidad para el consumidor.
Por mencionar algunas de las legislaciones que se encargan de regular la denominación de origen, conocida por sus siglas D.O., están:
- Parlamento Europeo y del Consejo: Reglamento (CE) num. 1151/2012.
- Reglamento Delegado (UE) nº 664/2014 de la Comisión, de 18 de diciembre de 2013.
- Parlamento Europeo y del Consejo: Reglamento (CE) num. 110/2008, del 15 de enero.
Así, se garantiza la protección a productos agrarios y alimenticios, que los mismos cumplan con las cualidades propias de la región de donde proceden y que su proceso de elaboración sea el más favorable y que le proporcione un alto nivel de calidad.
¿Qué es una denominación de origen en vino?
Ahora bien, en cuanto a la denominación de origen de los vinos, puede decirse que se trata del reconocimiento administrativo que concede la Comisión Europea, después de haberse unificado con la organización del mercado (OCM) vitivinícola. Además, está regulado por la Ley de la viña y del vino.
Para obtener este requisito, es necesario que los productores de vinos cumplan una serie de pautas, estas son:
- Con anterioridad, la región donde se elabora el vino debió ser reconocida como indicación geográfica protegida (IGP).
- El terreno seleccionado debe ser únicamente utilizado para cultivo de la vid.
- Elaborar los vinos con uvas procedentes de la región a la cual pertenecen.
- Los factores naturales y humanos pertinentes para la elaboración del vino tienen las características y calidad propias de la región.
- Todo debe realizarse dentro del espacio geográfico establecido con uvas provenientes de variedades Vitis viníferas.
- Ser una marca reconocida, con alto prestigio dentro de la comunidad comercial, por su origen.
Para gestionar correctamente la denominación de origen, la misma se debe encomendar al Consejo Regulador para que se realice mediante todos los decretos y órdenes pertinentes que velen por el cumplimiento de los procesos establecidos.
Es por ello que cuando quieras adquirir un vino que sea de una calidad única e inigualable, te percates de que cuente con la D.O. y así disfrutar de un producto con excelencia de elaboración.
Beneficios de la denominación de origen
La denominación de origen aporta una serie de aspectos que resultan beneficiosos tanto para el productor como para el consumidor, en sí se está hablando de manera intrínseca de calidad y, por tanto, es un beneficio para todos.
- Los productos tienen una calidad perenne, ya que deben cumplir con procesos de elaboración que garanticen su excelencia.
- Los procesos de elaboración del producto están signados por pautas concretas que hacen que se obtenga el resultado más digno para el cliente.
- Los productos poseen un sello de reconocimiento a nivel mundial, lo que le da un prestigio inigualable.
- El producto se encuentra protegido de cualquier falsificación.
- El consumidor puede adquirir cualquier producto con este sello con la confianza de que estará ingiriendo alimentos o bebidas de alta calidad.
- Su distribución puede ser mundial, es decir, los productores tienen puerta abierta en los mercados internacionales.
- Se beneficia y se fomenta la agricultura en todo el territorio debido a que se les exigen procesos de elaboración con los mejores aspectos, comenzando por el cuidado de la tierra.
Gracias a la D.O. existe un comercio en el que los productos que circulan son de gran beneficio para ambas partes, es decir, existe una reciprocidad constante tanto de calidad como de confianza a la hora de distribuir y de consumir.