Las uvas mediante su procesamiento, son las responsables de impregnar de exquisito sabor y aromas los vinos, que dependiendo de la variedad de la vid, ofrecerá una característica diferente, sobre todo en los vinos blancos, con la finalidad de disfrutar placenteramente esta bebida en el verano.
En este artículo, se explicarán las diferencias entre un Verdejo y un Albariño, destacando que estos se han puesto muy en boga últimamente en materia de vino español.
Vinos blancos verdejos
Los vinos de verdejo se han convertido en la bebida preferida de moda. Es un vino ideal para consumir a copa, presentando una excelente capacidad para maridar con cualquier tipo de comida, sin exceptuar los platos picantes o especiados.
Una de sus características es que durante su juventud, estos vinos brindan un espectacular abanico aromático, encontrando notas de melón, mango, melocotón, piña, fruta de la pasión y piña, entre los aromas tropicales, que armonizan muy bien con los matices vegetales y cítricos que contienen. También podrás saborear un puntito amargo que redondea sus matices.
Por otra parte, son vinos que aceptan muy bien la crianza, encontrando vinos de verdejo más complejos, con volumen y elegante cremosidad, con delicadas notas de nueces, miel o almendras.
Maridaje
Por su gran versatilidad, es un perfecto acompañante para diferentes comidas y excelente acompañante de un buen aperitivo.
Esta fusión es gracias al sabor ácido y amargo del verdejo que neutraliza el paladar, logrando que el siguiente bocado llegue plenamente.
Funciona extraordinariamente con los mariscos y muy útil en comidas mexicanas o asiáticas.
Albariño
Albariño, variedad de uva blanca proveniente de Galicia, pertenece a la Denominación de Origen Rías Baixas y de la Indicación Geográfica Protegida Vino de la Tierra de Barbanza e Iría.
Su aroma es similar al albaricoque. El albariño es un vino blanco, amplio, seco, muy ligero y exquisito. Se trata de vinos elegantes y delicados, con un fresco toque cítrico. Al entrar en la boca, deja notar las uvas de procedencia, así como el recuerdo del goloso y limpio mosto que finalmente deja el recuerdo balsámico del laurel.
Maridaje
Este vino puede ser degustado a temperaturas ligeramente elevadas (entre 8° y 10° C), por su armoniosa complejidad aromática. Fácilmente se adapta a cualquier tipo de picoteo, y funciona perfectamente bien con todo tipo de quesos, especialmente los cremosos tipos Brie, camembert, Tetilla o Arzúa Ulloa, los quesos frescos o los elaborados a base de leche de cabra y oveja de media curación.
También funciona perfectamente bien con el jamón, ya que equilibra bastante bien la sensación untuosa en la boca. Ahora bien, te mostramos otras excelentes opciones para maridar con este fabuloso vino:
- Con mejillones al vapor, pulpo “a feira” o con unas zamburiñas a la plancha; o también con mariscos como el buey de mar al vapor o el bogavante a la plancha, exquisita combinación entre tierra y mar.
- Combina muy bien con el rodaballo, bacalao o el atún.
- Excelente acompañante de carnes blancas sobre todo con aves y corral, además de funcionar con carnes grasas como el cochinillo. Y si las carnes son acompañadas con salsas a base de mantequilla o nata, mostaza o toques cítricos, la combinación es sobrenatural.
- Otro maridaje interesante resulta el de albariño con comida japonesa como el sushi o tataki de atún, ya que ayuda a potenciar el sabor de estos, ensaladas de tipo tailandés y todo tipo de platos acompañados de especiadas salsas como el vongole.
- En Latinoamérica, los chef recomiendan la combinación de un Rías Baixas con comida mexicana, como las carnitas, enchiladas o tacos. En Estados Unidos, es la bebida perfecta para acompañar el pavo de Acción de Gracias.