Ciclo de la vid: Cuajado
Ya iniciado el verano, cuando finaliza la floración de la vid da comienzo la siguiente fase del ciclo vegetativo de esta planta, y es el cuajado. Si en la fase anterior se formaba la flor, ahora esta flor se transforma en un pequeño fruto o baya, que irá creciendo poco a poco. El grano de polen llegará al estigma, germinará y emitirá el tubo polínico, hasta que logra fecundar el óvulo y convertirlo en semilla. La duración aproximada de este proceso es de unos 15 o 20 días
Nos encontramos ante uno de los momentos más delicados para el grano de la vid, ya que, si el polen no consigue polinizar las flores, no se producirá dicha fecundación y no se formará el grano ni tendremos fruto. Es más, no todas las flores se van a convertir en fruta.
Hay dos conceptos que debemos de conocer que intervienen en esta etapa, el corrimiento y el agracejo o millerandage. El primero hace referencia bajo índice de cuajado, que poliniza pero no fecunda totalmente. Esto nos dará granos pequeños que no tendrán semillas. Y en agracejo es más bien lo contrario y lo deseado, que vayan cogiendo ese peso y creciendo hasta convertirse en uva.
El cuidado del viñedo tiene que ser exhaustivo en estos momentos ya que los granos recién cuajados son muy sensibles al ataque del hongo. También son importantes los factores climáticos externos. Las condiciones perfectas para superar este proceso con éxito será un tiempo seco y soleado, acompañado de temperaturas suaves
El envero, siguiente fase del ciclo vegetativo de la vid, es el proceso por el cual las uvas cambiarán de color. Pero no nos adelantemos, que esto lo explicaremos bien en el próximo post.