La vendimia es el punto de partida para la correcta elaboración de un buen vino. Es una verdadera tradición en algunos lugares de España y otros lugares donde sienten una similar pasión por el vino.
Es en esencia un proceso que inicia con el momento adecuado para la cosecha de las uvas en el viñedo y su respectivo traslado hacia la bodega, donde será realizado el despalillado de los racimos, se llevará a cabo la selección de las mejores uvas de esa producción y se realizará el estrujado, la fermentación y el prensado para la extracción del primer vino de la cosecha.
Origen
Acerca de los orígenes de esta exquisita tradición, es necesario citar las primeras referencias escritas a la vendimia, las cuales se encuentran en textos del Egipto antiguo, y que datan de hace más de 5000 años. El contenido de estos textos mencionan las labores de cosecha de la uva y su posterior pisado para obtener el mosto, que al fermentarse daría lugar al vino.
Es relevante destacar que a esta actividad, la civilización egipcia le imprimía a la vendimia un carácter agrícola, social, cultural y religioso durante la época, debido a que se festejaba la cosecha y se ofrendaba al dios Osiris, deidad a la que los egipcios atribuían la creación de este líquido divino.
De igual manera, tuvieron una concepción similar de la vendimia la cultura fenicia, y las civilizaciones de la Antigua Grecia y la Antigua Roma, en las cuales sus festejos y bailes se hacían para honrar y dar gracias a los dioses Dionisio y Baco respectivamente por la fertilidad de la tierra.
Con respecto a estos últimos, es preciso destacar que de ellos hemos heredado el carácter festivo, social y económico de esta actividad, y también el propio nombre de la vendimia, voz derivada del latín vindemia, que significa arrancar (demere) el fruto de la viña (vinea). Es por ello que decimos que sin vendimia, no hay vino.
La vendimia en España
En España, la cosecha de la uva suele realizarse entre los meses de agosto y octubre. Sin embargo, el momento de la vendimia variará en función de unas regiones a otras y de unos a otros años en una misma región vitivinícola, debido a que el punto óptimo de maduración de la vid dependerá de las condiciones climáticas, la zona de producción, el tipo de uva o el tipo de vino que se desea obtener.
Tipos
Principalmente se destacan dos tipos; la vendimia manual y la mecánica.
- Vendimia manual: es el más idóneo para la elaboración de vinos de alta calidad, porque asegura mayor cuidado para las uvas y un grado de maduración homogéneo de todo el proceso. Consiste en recolectar los racimos uno a uno, a mano. La selección de los racimos se realiza en el mismo viñedo, cortando sólo los que están en óptimas condiciones de maduración. Posteriormente, son transportados en cajas de poca capacidad, para garantizar que las bayas no se aplasten y lleguen en perfectas condiciones a la bodega donde inicia el proceso de elaboración del vino. Este tipo de vendimia tiene elevados costes de producción por la necesidad de gran mano de obra.
- Vendimia mecánica: se ejecuta mediante el uso de máquinas cosechadoras que van recogiendo los racimos de las viñas cultivadas en espalderas; es decir, se trata de largas hileras de viñedos con una separación considerable entre sí, para que pueda pasar la máquina. Es un tipo de vendimia más económica y rápida, que requiere de menor esfuerzo por parte del viticultor. No obstante, este tipo de cosecha incide en un menor cuidado de los frutos y no garantiza un grado de maduración homogéneo, lo cual afecta en la calidad del vino.
Como se explicó al inicio de este apartado, estos son los tipos principales de vendimia, sin embargo, también se practican otras más particulares como:
- Vendimias nocturnas: realizadas de noche para evitar que las altas temperaturas deterioren las uvas en zonas calurosas.
- Vendimias tardías: las cuales se realizan una vez que las uvas estén parcialmente secas en la vid para aumentar la concentración de azúcares, que se emplea en la producción de vinos fortificados.