Todos sabemos que el alcohol engorda. De hecho, en cualquier plan de adelgazamiento que se pretenda hacer, las bebidas alcohólicas son lo primero que el nutricionista elimina o reduce de su plan de alimentación. Pero, ¿qué bebida engorda más? ¿Vino o cerveza?
Siempre se ha dicho que un vaso de vino al día es bueno y que la cerveza engorda, pero ¿qué hay de cierto en ello? Aparte de la evidente diferencia de sabor, se ha demostrado que ambas bebidas tienen efectos diferentes sobre la salud.
Sobre la cerveza
La cerveza es una bebida alcohólica que todos sabemos que puede provocar un vientre prominente que delata nuestros excesos. Sin embargo, la cerveza se obtiene de la malta, un cereal rico en vitaminas B y minerales. Es cierto que la cerveza contiene más hidratos de carbono que el vino, ya que por cada 100 mililitros contiene 3 gramos de hidratos de carbono (esto siempre depende del tipo de cerveza que se tome).
Pero también es cierto que la cerveza tiene menos alcohol que el vino: por cada 100 ml sólo tiene 3 gramos de alcohol. Así, un vaso de cerveza de 100 mililitros contiene entre 40 y 45 calorías, según el tipo de cerveza que se tome.
¿Y qué pasa con el vino?
El vino tiene muchos beneficios para la salud y es aconsejable incluir un vaso al día en nuestra dieta para las mujeres y hasta dos vasos al día para los hombres. Su alto contenido en polifenoles lo hace beneficioso para el corazón, además de tener otros principios antioxidantes. Su aporte calórico depende siempre del tipo que consumamos y, por supuesto, de la cantidad.
En cuanto a los hidratos de carbono, esta bebida contiene menos que la cerveza, lo que inclina la balanza a su favor. Sin embargo, aunque el vino tinto tiene menos hidratos de carbono que la cerveza, contiene más alcohol y por cada 100 ml de vino tinto que bebas, ingerirás unas 70 calorías.
En el caso del vino blanco, cabe destacar que la proporción de alcohol es menor que la del vino tinto, pero también mayor que la de la cerveza: por cada 100 ml de vino blanco ingerimos 65 kcal, a grandes rasgos.
Conclusión
Una vez analizada la composición de las dos bebidas alcohólicas, podemos concluir cuál engorda más. Sin embargo, lo decisivo no es la composición de los macronutrientes como tal, sino las calorías que se ingieren según la cantidad. Si tenemos en cuenta la cantidad de calorías que se ingieren en cada vaso de 100 mililitros, la respuesta es que el vino engorda más que la cerveza.
Siempre hay que tener en cuenta la cantidad ingerida en un día concreto (normalmente superior a la de la cerveza) para calcular la energía total ingerida en ese día, pero también hay que tener en cuenta otros parámetros importantes como posibles intolerancias o trastornos digestivos asociados.
